Recientemente hemos tenido ocasión de visitar la Plaza Nueva de Vitoria-Gasteiz, donde el 28 de septiembre de 1936 se estrelló el avión pilotado por el teniente nazi alemán EBERHARD HEFTER lo que ocasionó la muerte a dos vecinos de la ciudad que tuvieron la desgracia de encontrarse en su trayectoria: ANTONIO PERAL y VICENTE JULIO LÓPEZ DE LACALLE.
Por aquellas fechas, iniciada la Guerra Civil, Hitler comenzó a enviar a España aparatos de caza y bombardeo de la Luftwaffe, aunque aún no articulados dentro de la Legión Cóndor.
Una escuadrilla de cazas Heinkel 51 con sus pilotos fue enviada al Frente Norte, concretamente al campo de aviación de Lakua, desde donde operarían contra las fuerzas vascas gubernamentales cercanas.
Alojados en el Hotel El Frontón, el mejor de Vitoria, los aviadores fueron obsequiados por parte de las autoridades franquistas con una opípara cena, seguida de cigarros y licores, que se prolongó hasta bien entrada la madrugada.
Al siguiente día, siguiendo las órdenes asignadas, los cazas Heinkel tuvieron que operar y el teniente Hefter quiso hacer una pasada sobre la plaza para agradecer las atenciones recibidas la víspera. Según todos los indicios, el piloto se hallaba resacoso de la noche anterior, falto de reflejos, y en su trayecto chocó contra algún árbol, mástil o similar, terminando por estrellarse contra una esquina de la Plaza Nueva, arrollando en su caída a dos gasteiztarras allí presentes.
Hefter fue el primer aviador nazi alemán muerto en la Guerra Civil.
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