Un importante pilar del Gobierno de Euzkadi a partir de 1936, fue la Consejería de Asistencia Social, al frente de la cual estuvo el consejero Juan Gracia.
Este departamento se encargó de organizar y asistir a las personas refugiadas por la guerra, tras haber caído sus localidades de origen en manos de los franquistas, o tras haber perdido sus hogares a causa de los bombardeos y otros desastres originados por la contienda. Este éxodo no cesó en ningún momento, tal es el caso de los más de 150.000 civiles que abandonaron Bilbao por tierra en dirección a Santander, tras el 19 de junio de 1937.
Semanas antes, en el escenario de la ofensiva franquista contra Bizkaia, y en circunstancias de escasez de alimentos racionados y de bombardeos indiscriminados sobre las poblaciones civiles, el Gobierno vasco había decidido la evacuación de la población infantil hacia los países dispuestos a acoger a personas refugiadas en tan desgraciada situación. El Gobierno ofreció a los progenitores la evacuación de sus hijos y, una vez recibidas las solicitudes, lo organizó todo. Tras un reconocimiento médico, con la documentación en vigor y su ligero equipaje, estos niños fueron embarcados acompañados de sus maestras, profesores e incluso sacerdotes, junto con la misión funcionarial correspondiente, en medio de una gran emoción y dolor.
Así, fueron evacuados por mar, a bordo de los barcos Habana y Goizeko Izarra, 37.930 niños y niñas, cuyo destino fue Francia (22.300), la España Republicana y Cataluña (6.200), Gran Bretaña (3.800), Bélgica (3.200) y la Unión Soviética (1.800) principalmente. Su estancia en aquellos países, así como su vuelta, meses o años más tarde, ha sido reflejada en numerosos testimonios e incluso en películas.
Fotos: Berangoeta Kultur Etxea
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