Interesante artículo en el diario El Correo, de la mano de Jon Ander Goitia, sobre el avión civil Airspeed de Air Pyrénées derribado por cazas italianos sobre Cabo Villano y que consiguió aterrizar en Sopela, junto al caserío Zalduondo Goikoa, sin tener que lamentar vidas humanas, gracias a la profesionalidad de su piloto, el francés Léopold Galy.
Una historia fascinante con la que hemos tenido el gusto de colaborar desde el Museo Memorial del Cinturón de Hierro.
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